MICROEMPRESAS COMO BASE DE LA ECONOMÍA

Las microempresas mexicanas se han visto obligadas a abrirse camino en un mundo globalizado, para competir con pequeñas, medianas empresas e incluso las grandes transnacionales.

La falta de acceso a una banca comercial, la falta de preparación, capacitación, financiamiento, educación financiera, etcétera, son solo algunos de los retos que llevan a estos negocios a cerrar en un lapso de dos años.

Hablando de microempresas, parecería que no tienen mayor importancia para la economía de un país, ¿qué tanto podría influir en las cifras de empleo nacional, empresas de no más de 10 empleados? La respuesta es sorprendente; en la mayoría de los países del mundo, más del 90% de las empresas son micro, pequeñas y medianas. Generando más de la mitad del empleo.

En México 94% de las empresas, según datos del INEGI (2014), son microempresas. Se calcula que dichas empresas dan empleo al 40.6% de la población.

Lo que debemos considerar preocupante de estas cifras es que, casi la mitad de la población está empleada por una microempresa, pero la productividad de estas empresas es casi nula, aportando apenas el 8% del PIB nacional.

De acuerdo con diversos estudios realizados en otros países, vemos que no basta con otorgar microcréditos y préstamos a los microempresarios para ver desarrollado y consolidado un negocio, necesitan mayores oportunidades, herramientas y apoyos, que sería difícil para ellos conseguir por sus propios medios.

Con el fin de que, en México, se logre encontrar estos nichos de oportunidad, es necesario que tanto el gobierno, las microfinancieras, otras empresas privadas, u ONG s, apoyen a los microempresarios con el fin de dar una mayor preparación y mayores herramientas de progreso para consolidar dichos negocios y lograr una mayor aportación a la economía nacional.

¿Cuál es la ventaja de dar estos apoyos? Se desarrollarían más negocios, se ofrecerían empleos más competitivos y estables, con mejores sueldos y mayor profesionalización para los empleados; las comunidades tendrían mayores recursos y se desarrollarían; provocando que todos estos beneficios se reflejarán en la economía del país.

Pero no es solo trabajo del gobierno el apoyar a las microempresas. Nosotros podemos dar apoyos a los microempresarios mexicanos comprando productos nacionales, dando descuentos en nuestros productos y servicios a personas que estén iniciando sus negocios, acercándonos a dar asesoría y compartir nuestros conocimientos.

Al ayudar a un microempresario estamos ayudando al desarrollo de la economía de nuestro país.

Por Martha C. Bravo Rojas | 11/03/2018